dijous, 3 d’octubre del 2013

Gente Despierta

Lo reconozco: me encanta la radio. Aun hoy conservo como un recuerdo imborrable la sintonía del programa matinal que a diario me acompañaba en mis desayunos siendo un niño. E incluso cada vez que oigo la melodía de algunos anuncios de entonces regreso de inmediato a esa mirada de mi "yo" de niño, una mirada entrecerrada por las legañas.

Hoy hace justo un mes que se empezó a emitir el programa Gente Despierta, de lunes a viernes de 3h a 6h de la madrugada en RNE. Lo conocí gracias a un buen amigo, también amante de la radio, y no dudé en darle una oportunidad.

La noche tiene algo mágico que atrapa: el ritmo pausado, la intimidad, el silencio. Aunque me gusta trasnochar, especialmente estudiando o navegando por la red, mis horarios me impiden pasar muchas noches en vela. Aun así, gracias a la maravillosa utilidad del podcast puedo recuperar aquello que el reloj no espera.

Hace ya un mes que, a diario, dedico al menos una hora de mi tiempo al programa. Y esta rutina ha hecho que pasen a ser familiares las voces que lo conforman.

Los Sabios de guardia me recuerdan a aquello de "cada loco con su tema": los lunes, Eva me ayuda a mantenerme al día del poder legislativo español; los martes, Javier hace que disfrute con algunas curiosidades de la Historia y me invita a desvelar su personaje oculto (¡espero acertarla algun día!); los miércoles, Alejandra hace que recuerde las clases de Psicología y me lleva a entender mejor la conducta humana; los jueves, Sergio consigue dibujarme una sonrisa con sus aficiones y locuras (recuedo aquello de "el 25% del peso de todos los animales de la tierra es de las hormigas"); y los viernes, Dori me acerca a los EEUU y a todo lo que allí sucede.

En la segunda hora, el imprescindible espacio de Sandra "En Primera Persona": me gustó especialmente acercarme a las voces de la Associació Educativa Itaca y a la de la catedrática española que reside en Estrasburgo, que me recordó a una carta de despedida que firmaba una científica que hacía las maletas por segunda vez. Además, los Expertos del día: David y la ciencia que fascina, Elisenda y el mundo televisivo, Maika y sus vivencias como periodista, Pancho y sus temazos musicales, y el gran Carlos, que ya conseguía emocionarme con sus reportajes en el telediario y sigue haciéndolo cada viernes con lo mejor del cine.

Y ya en la tercera hora, dejando atrás la noche y pensando en el día que recién se levanta, Álvaro y Lourdes repasan las efemérides del día, Carmen presenta la agenda del día, Luismi felicita aquellos que cumplen años y Víctor activa el "Diario de un despertador".

Por si fuera poco, también hay tiempo para algunas entrevistas a expertos como el gran Enrique Dans y charlas con gente anónima con mucho que contar, como el emotivo relato de un pescador jubilado. Eso sí, sin olvidar las llamadas de los Despiertos, que a diferencia de un servidor (que a esas horas duerme), encuentran un lugar donde compartir aquello que llena sus vidas, en algunos casos solitarias pero siempre cargadas de experiencia y sabiduría; adoro estos momentos tan íntimos y pausados: como decía antes, la noche tiene algo mágico que atrapa.

Todo ello al compás de la atenta y cariñosa batuta de Carles, que (como no podía ser de otro modo) no hay día que no nombre al principio del programa el resto del equipo que lo conforma: Javier, Lourdes, Raúl, Carmen, Luismi, Álvaro, Pilar, Antonio, Natalia y Albert.

Hoy mismo, a las 5 de la mañana, Carles decía en el inicio de la tercera hora un "Bueno, espero que ya sea muy familiar para ustedes esta sintonía que les acompaña cada madrugada". Por supuesto que lo es, y lo seguirá siendo sin duda.

Gracias por este primer mes de radio,
Un Despierto diurno

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